miércoles, 2 de julio de 2014

Radiestesia. La columna de luz sagrada

Ahora bien, hay diversos dones, pero siempre un mismo espíritu. Diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Diversas funciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. A cada uno se le da una manifestación especial del espíritu para el bien de los demás. A unos se les da la palabra de la sabiduría, a otros la palabra del conocimiento, pero siempre por el mismo espíritu. A otros fe y a otros dones para sanar enfermos. Ese mismo espíritu otorga poderes milagrosos, a otros profecía, a otros discernir espíritus. Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien otorga a cada uno según el lo determina. ( I Corintios 12-7).

Los pasajes de la Epístola de San Pablo hablan de los dones espirituales que se manifiestan en todos y cada uno de nosotros, de forma particular,  para un propósito general de bien para los demás. Este texto bíblico nos acerca al espiritismo y la mediumdidad, como estados naturales del ser humano. El don de discernir espíritus, supone el hecho de distinguir  los espíritus verdaderos de los falsos a través de la manifestación del designio divino. En los Hechos de los Apóstoles podemos leer como un soplo divino, dividido en lenguas de fuego, se colocó sobre cada una de las cabezas de estos. Una columna de luz que invadió sus cuerpos otorgándoles los poderes milagrosos que el propio espíritu determinó.

De todos es conocido, pues hemos hablado con anterioridad, que el acceso a lo sagrado es un derecho de la humanidad. Que ninguno de nosotros necesitamos intermediarios en la relación intima con lo divino. Todos los seres humanos, sin distinción alguna pueden acceder a la columna de luz sagrada. Esta es una experiencia que se puede llevar a cabo contactando con otra dimensión de la conciencia. Estas capacidades psíquicas y mentales conducen sin duda alguna al hombre al escalón más alto de la pirámide evolutiva

Algunos tacharán de blasfemia nuestras palabras, quizás por desconocimiento, tal vez por mantener su dominio, o en muchos casos por el hecho de que su experiencia de lo divino es simplemente lo que han escuchado de otros, y por tanto han decidido no tener que pensar demasiado

Esta energía que describe la Biblia como el Espíritu Santo, ha sido utilizada por distintas culturas y no es exclusiva de las prácticas cristianas. También es utilizada por los sanadores, que de forma consciente o intuitiva en otros casos, es usada en sus sesiones de trabajo. Pero más allá de aparecer únicamente en ciertos casos, se manifiesta en altares, meditaciones, e incluso en cualquier reunión con fines sagrados

La columna sagrada ha podido ser fotografiada en numerosas ocasiones. Jesús Castro Vázquez, en su libro "supervivencia", tomó diversas fotos de este fenómeno, realizadas con rayos infrarrojos a intervalos de un minuto. En las mediciones radiestesicas con péndulo de madera, se puede observar claramente como este brilla en la semioscuridad, cuando se sitúa sobre una línea de la columna.

Recuerdo que una compañera de trabajo, nos mostró sorprendida lo que ella consideraba un extraño efecto luminoso en varias fotos que había realizado una tarde soleada en el campo. En el centro del grupo de amigos que formaba un círculo, en memoria de otro amigo común fallecido días atrás, se apreciaba claramente como la columna de luz descendía desde las alturas.

Sig Lonegren, uno de los mas afamados radiestesistas de los Estados Unidos, describió esta energía llamándola "upper". Además curiosamente localizó su contrario, una especie de agujero negro "downer" que absorbía esta energía y que aparecía en casos donde había existido grandes dosis de odio, violencia, o magia negra. Muchos sanadores en sus sesiones son capaces de reparar estas anomalías a través de esta energía divina.

Medición radiestésica de un "downer"

La energía divina, la columna sagrada, es una propiedad universal de la materia, tiene una distribución variable y desigual en el espacio tiempo. Llena la estructura del universo y no puede ser aislada ni eliminada de ningún lugar de la naturaleza, penetrando y circulando a través de todo. Puede cargar cualquier sustancia y ser transferida de un cuerpo a otro. Es luminosa y de color blanco azulado, o blanco dorado cuando es positiva. Los seres humanos son portadores de esta energía, que fluye a través de la visualización y de la conciencia como una conexión universal. La sanación no es posible sin esta fuerza que funciona positiva o negativamente a nuestra elección.

Medición radiestésica de la columna de luz 

Las mediciones radiestésicas de esta fuerza son factibles, siguiendo las experiencias de Colin Bloy hemos podido detectarla en altares de templos, casas de sanadores, de gente espiritualmente despierta, o en reuniones de ámbito espiritual. La medición con las varillas permite trazar su silueta, cerrándose estas al pasar por las líneas de los ocho círculos concéntricos que marca su energía sutil. Cualquier radiestesista que disponga de algo de experiencia puede realizar la medición de estas líneas efímeras y no permanentes. La medición a través de la punta de los dedos para aquellos que estén familiarizados con esta técnica, supondrá dieciséis reacciones, dos por cada círculo concéntrico de las líneas de fuerza de la columna de luz. Cuando un sanador se conecta con estas fuerzas, los clarividentes describen una columna de luz en forma de ocho círculos concéntricos, describiéndolos como ocho tubos de luz de suaves colores , uno dentro del otro, que crecen indefinidamente.


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